Nasrudin
llegó a ser primer ministro del rey. En cierta ocasión, mientras deambulaba por
el palacio, vio por primera vez en su vida un halcón real.
Hasta
entonces, Nasrudin jamás había visto semejante clase de paloma. De modo que
tomó unas tijeras y cortó con ellas las garras, las alas y el pico del halcón.
«Ahora
pareces un pájaro como es debido», dijo. «Tu cuidador te ha tenido muy
descuidado».
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